Con el nombre del vecino más ilustre de la localidad alcalaína, el Tren de Cervantes transporta a los visitantes al Siglo de Oro desde el momento en que pisan la estación. Las azafatas que reciben a los pasajeros van ataviadas con trajes inspirados en la moda del siglo XVII, pero quizá el mayor encanto esté en los entremeses cervantinos que los actores representan en el vagón durante el trayecto. Ya en la ciudad, se realiza una visita guiada por los lugares más emblemáticos de este lugar designado como Patrimonio de la Humanidad para después dejar tiempo libre a los viajeros. Incluye descuentos en bares y restaurantes alcalaínos.