La exposición ‘Benjamín Palencia. De principio a fin’, que se puede visitar en Cultural Cordón del 1 de febrero al 29 de abril, constituye una ocasión única para conocer en profundidad a uno de los grandes de la pintura española.
Exposición de Benjamín Palencia
La larga vida de Benjamín Palencia (Barrax, Albacete, 1894-Madrid, 1980) y su enorme producción artística han sido, con excesiva frecuencia, reducidas a unos pocos hechos singulares: su relación con la intelectualidad madrileña, su vinculación con el arte de vanguardia, su proximidad al movimiento surrealista y, sobre todo, la creación de la Escuela de Vallecas en torno a 1930. Tras la Guerra Civil y la formación de la segunda Escuela de Vallecas en 1941, tanto su figura como su obra han sido tratadas, quizá, de manera menos atenta que sus etapas precedentes.
Esta exposición propone un repaso a toda su obra sin limitaciones ni prejuicios. Las noventa y nueve obras que componen la muestra suponen un reencuentro con la mejor pintura de la vanguardia española, pero también un homenaje al gran renovador del paisaje castellano, a un creador complejo, de imaginación desbordada y difícil de encorsetar.
Desde su primera concepción plástica, entre impresionista y cubista, su proximidad formal a la nueva realidad y al lenguaje surrealista, el uso del collage y de ideogramas, hasta el reflejo de la tierra castellana o el recurso a una
figuración tan pronto clásica como de extremada fiereza, se concitan por igual en esta muestra. Las superficies empastadas y monocromas de los años treinta junto a los coloristas figurines creados para la compañía teatral “La Barraca”; los paisajes de aguerridos colores en convivencia con un dibujo esencial y depurado en los años cincuenta;
las leves formas orgánicas en contraste con la contundencia formal de sus obras finales. Un canto a la pasión creadora de un artista que traspasó, una y otra vez, sus propios límites sin descanso. De principio a fin.