Es miembro de una de las grandes dinastías del flamenco contemporáneo, pero Vicente Soto Sordera no es un mero retrato pintado en un árbol genealógico, es un cantaor vivo, en perfecta forma, con capacidad para evolucionar y solidez para hacerlo desde una base de pureza. Colores distintos es su último trabajo, un disco en el que podemos ver todos los matices cromáticos de su propio pasado. El álbum llega seis años después de aquel eStar Alegre, con póker de tocaores a su estela (Moraíto, Manuel Parilla, Diego del Morao, José María Molero) y colaboraciones destacables, como la de Tomasito.