Un furancho era una antigua casa, o al menos una parte de ella, en donde el vino joven que se cosechaba servía como pretexto para compartir platos a la sombra de una parra. Hace tres siglos que se conoce esta práctica, pero el concepto legal fue evolucionando hasta hoy. Y es que si bien en su momento eran por fuerza clandestinos, ahora se consideran algo muy especial y propio de Galicia. A continuación te mostramos los mejores furanchos de Pontevedra. ¡No te los puedes perder!
Presentamos una ruta imprescindible por los mejores furanchos de la provincia de Pontevedra
El Diario Oficial de Galicia indica que la temporada abre el 1 de diciembre y se alarga hasta el 30 de junio, aunque hay situaciones excepcionales que pueden llevar el cierre al 31 de julio, entre ese tiempo, los locales tienen 3 meses para vender el excedente de vino. Los furanchos suelen conocerse por el boca a boca, pero hemos realizado una búsqueda y aquí te traemos los mejores furanchos de la provincia de Pontevedra.
Pedrapinta
Mos
Sus mesas cubiertas de hules invitan a probar sus vinos (blancos y tintos) y raciones de zorza, lomo, tortilla, costillas… bien abundantes. Aunque no es habitual, este furancho tiene un televisor en el comedor principal y su proximidad a Porriño lo hace un lugar de referencia para los que viven por esta zona.
No dispone de parking propio ya que solamente entran un par de coches dentro de la finca, por lo que hay que buscar sitio para aparcar en el camino. Eso sí, no es difícil encontrarlo. Su horario es de abril a junio, de 19:00 h. a 00:00 h. Lunes cerrado.
Os Eidos
Vilaza, Gondomar
Cuenta con mucho espacio exterior con numerosas y amplias mesas debajo de unas parras. El entorno es tranquilo y acogedor, con sus paredes de piedra y sus techos con grandes vigas de madera. Vino blando y tinto de muy buena calidad y gran variedad de tapas para acompañarlos, así como empanada, croquetas, bacalao frito, lomo, pimientos, oreja, morro, tortilla o zorza. De postre te ofrecen también algo de tarta de queso, flan o el imprescindible queso con membrillo.
Su horario es de abril a junio, de 19:00 h. a 23:30 h. (jueves a sábado) y de 12:00 h. a 23:30 h. los domingos.
Cadaval
O Vilar do Mato, Redondela
Este furancho se ubica en una casa de piedra restaurada con una gran zona exterior y varias salas interiores en las que disfrutar cómodamente de sus tapas. Con una oferta de tortilla, zorza, chorizo, oreja o pimientos, la especialidad de la casa es la empanada de millo. Este gran menú se puede disfrutar acompañado de vinos de excelente calidad, destacando su albariño.
Cadaval permanece abierto de marzo a junio, de 19:00 h. a 23:00 h. (miércoles y jueves), de 19:o0 h. a 00:00 h. (viernes) y de 12:00 h. a 15:00 h. y 19:30 h. a 00:00 h. (sábados y domingos).
Berdomás
Negros, Redondela
Berdomas es uno de los furanchos más populares de Redondela. Destaca por sus vinos, blancos y tintos, que acompañan a la perfección a raciones que ofrece: zorza, tortilla, morro, costilla frita. Sí o sí, esta oferta culinaria debe culminar con el postre gallego por excelencia y la especialidad de la casa: la tetilla con membrillo.
Permanece abierto entre los meses de abril y junio, de 19:00 h. a 00:00 h.
A Reboraina
Redondela
Como buen furancho que es, A Reboraina abre solo durante tres meses al año y normalmente lo hace entre finales de abril y mayo. Debe tenerse en cuenta además que sus mesas están dispuestas exclusivamente en la zona exterior de la casa, por lo que en días de lluvia permanece cerrado a diferencia de otros.
En su carta podéis encontrar, además del albariño de casa, comida muy variada y económica; tortilla, empanada de maíz, tablas de embutidos, zorza, pimientos de padrón, chorizos asados y queso de tetilla con membrillo.
Lo que más caracteriza a este furancho es el enorme magnolio que resguarda las mesas del sol.
O Tarrastal
Reboreda
El furancho O Tarrastal se encuentra en la parroquia redondelana de Reboreda. Se llega por la carretera PO-250 que sube desde Rendondela, cogiendo el cruce que pasa por la iglesia de Santa María hasta la Estrada de Pazos. Los últimos metros hasta la puerta del furancho son por un camino de tierra un poco más estrecho.
Vino muy rico, tanto blanco como tinto y producto espectacular: la comida es casera y riquísima (“oreja frita”, lomo á feira y las empanadas). Pero sobre todo es el trato familiar de sus dueños, es lo más parecido a estar en casa de un amigo.
Adiós Vida
Redondela
En el mismo lugar en el que está el furancho tienen también los viñedos de donde se hace el vino de forma casera, sin añadir ningún tipo de conservantes ni aditivos y consiguiendo así un vino 100% natural y tradicional, como se hacía antiguamente. Además solo utilizan sulfatos ecológicos.
Tienen croquetas, zorza, tortilla, tablas de embutido y queso, chorizos… Las empanadas de pan de millo de sardinas y sepias merecen una mención especial, pues los pescan en la ensenada de San Simón y los traen directamente del barco.
As Cuncas
Pontesampaio
Se trata de un lugar muy agradable y pintoresco, perfecto para grupos pequeños. Tiene algunas mesas fuera al lado de un hórreo y muy cerca de una huerta y un gallinero, además de disponer de espacios a la sombra para los días calurosos.
As Cuncas ofrece vino blanco de uva Albariño y tinto de uvas Caíño, Mencía, Tempranillo, Femia Redonda, Sousón y Garnacha. Son vinos de gran calidad, muy redondos y fáciles de beber. De comer tienen zorza, tortilla de patata, lomo, pimientos de Padrón, oreja, tablas de embutidos, huevos fritos con patatas y chorizo.
A de Juan
Meaño
Las mesas están dispuestas bajo una parra, haciendo el espacio más acogedor y familiar. Ofrecen comida rica y abundante: zamburiñas, tortillas, lomo… Y en lo que respecta a la oferta de vinos, disponen de Barrantes y Albariño.
Se recomienda llamar y hacer una reserva, ya que el furancho suele estar bastante concurrido, especialmente en verano.
A De Marcos
Meaño
Furancho situado en una plantación de albariño en pleno valle del Salnés. Comida casera tradicional, raciones, carnes, pescados y mariscos. Lo que más caracteriza a este establecimiento son sus asientos y mesas conformados a partir de barriles. Es un lugar muy acogedor, en el que puedes comer bajo la parra y disfrutar del amargor del Barrantes de la casa. No podía faltar en la lista de los mejores furanchos de Pontevedra.
A Casa Pequena
Lores
El punto fuerte de este furancho son las noches cálidas de verano y el gran árbol que da sombra a las mesas redondas que se disponen por todo el jardín. Eso y su iluminación lo convierte en uno de los favoritos de los más jóvenes. Sus platos estrella son los huevos con pan de millo, la tortilla con chorizo, la ensalada de tomate y el pulpo a feira. Sin olvidarnos del flan de queso.
A Taberna de Antes
Vilaboa
Paredes de piedra, techos altos en madera, viejas herramientas en las paredes, chimenea de leña… Todo en suma hace de este sitio un lugar realmente vistoso y agradable. La Taberna de Antes se presta a una comida casera, de raciones abundantes y precios razonables. Tiene una carta con productos de la zona donde puedes comer tapas, algo de marisco o pescado y carnes a la brasa.
Os Penedos
Mos
Este es un lugar perfecto para aprovechar de una cálida tarde de verano gracias a sus maravillosas vistas y la sombra que resguarda a los comensales.
Os Penedos tiene como especialidad las empanadas y empanadillas, pero también la tortilla de patata, la zorza o pimientos; entre otros platos. Tanto el interior como el exterior desprenden un aire rural en el que se percibe un especial cuidado, haciendo de este espacio un lugar de lo más acogedor. Sin duda, no podía faltar en nuestra lista de los mejores furanchos de Pontevedra.
Alto da Aldea
Soutelo
Furancho tranquilo y acogedor, con numerosas mesas exteriores. El sitio es muy pintoresco y está lleno de mazorcas de maíz en el techo; nasas, peneiras o herramientas de labranza por las paredes y un hórreo precioso. Llaman la atención sus lámparas hechas con tarteras y sartenes.
Los vinos que sirven son de gran calidad. Blanco albariño y también tienen tinto y rosado. Lo sirven en jarras de medio litro para dos personas aproximadamente o de litro para cuatro.
O Loureiro de Siso
Ribadumia
Este antiguo cortello, reformado y ampliado ahora en un espacio acogedor y tranquilo, se ubica en el municipio de Ribadumia y es un lugar ideal para comer y degustar el amargor del vino.
Y es que la mejor cualidad de este furancho es su tinto de Barrantes, siendo este uno de los más valorados como atestiguan los numerosos diplomas de premios conseguidos en la festa do Tinto de Barrantes que hoy decoran las paredes del loureiro. Sobresalen las tortillas y los calamares; pero no le desmerecen las carnes, ofreciendo desde ternera estofada a la croca.
O Rincón
A Estrada
Del local se encargan José Luis y su mujer, María José Barreiro, que es la artífice de las exquisitas tapas de tortilla, croca, zorza, raxo o pimientos de Padrón, al estilo casero. Como muchos furanchos, O Rincón nació en el 2013 de la necesidad de vender los excedentes de vino de la propiedad familiar, que produce nada menos que 10.000 litros anuales.
Dispone de una terraza ideal para las tardes de verano y aparcamiento para los clientes.
O Xuguiño
Tui
Las mesas de la terraza de este furancho son grandes y la tranquilidad del sitio invita a comer fuera cuando acompaña el buen tiempo. Sin embargo, el interior no se hace de menos, con una bonita decoración que conjuga una estética vintage que se entremezcla con lo moderno: una chimenea de leña, una máquina de escribir o incluso un antiguo molino para moler el maíz al lado de modernas cañas de bambú.
La carta está compuesta por tapas, revueltos, risotos, ensaladas y es bastante variada. La de vinos no es, que digamos, especialmente amplia, pero tienen fama por su vino de la casa.
A de Caballero
Poio
Un furancho muy acogedor que no llega a las diez mesas. Tiene ese característico olor a humo de su chimenea que le da un toque “enxebre”, sumándole el hecho de que fue, anteriormente, una bodega. El espacio cuenta con mesas redondas, una lajareta de piedra, una lareira dentro y otra en el exterior… Toda la estancia está decorada con motivos labriegos.
Sirve vinos blancos y tintos de distintas variedades de uvas: caíño, espadeiro, cabernet, albariño. De tapas tienen tablas de embutidos, empanada de pan de maíz o trigo, empanadillas, lomo, zorza, chorizos u oreja. También venden miel de la casa.
O Furancho Ángel
Meaño
Este furancho no es de los que resulta difícil de localizar, claro que esto no significa que sea fácil si no conoces la zona.
Aquí, nada más sentarte, te colocan una jarra de vino y una tapa, lo que es de agradecer.
Ángel suele estar en la barra, controlando que todo salga a tiempo. Quizá esta sea la clave de que el servicio sea tan rápido, tanto en el salón principal como en el alpendre (cobertizo).
Aquí no solo saben hacer magia con las sartenes, la tarta de orujo también la bordan. Sobra decir que ni se te pase por la cabeza pedir un capuccino ni tampoco un cortado con leche de soja u otras excentricidades. En un furancho no nos podemos poner finolis.
Palmera
Marín
El furancho Palmera está situado en Miñán, en la parroquia de Santo Tomé de Piñeiro que pertenece al Ayuntamiento de Marín.
Se llega desde Marín por la carretera PO-313 que va hacia Moaña, a la altura de Miñan hay que estar atentos y coger el desvío a la derecha que baja hacia el furancho. El camino es estrecho pero está bien indicado. Dentro del furancho hay sitio para aparcar el coche.
Se trata de un furancho con unas maravillosas vistas que se disfrutan al lado de su hermoso hórreo, donde compartir de una buena mesa al anochecer en las tardes en las que el buen tiempo acompañe acompañado de amigos o familia.
Tienen vino blanco albariño y país de muy buena calidad y un tinto suave y agradable al paladar. De comida es casi obligatorio probar la zorza o los chorizos hechos por ellos y 100% caseros. También tienen tortilla, pimientos, pincho moruno, calamares, empanadas de maíz que van variando y suelen ser de berberechos, bacalao, xoubas o zamburiñas. A veces ponen algo de churrasco o bacalao a la brasa.
En este furancho te reciben como estuvieras en casa y siempre es de agradecer.
Loureiro Miniño
Sanxenxo
Uno de los furanchos en Sanxenxo más auténticos. El dueño de este furancho es Antonio Miniño, miembro de la Federación Provincial de Furanchos de Pontevedra y presidente de la Federación de O Salnés, y eso se nota en que cumple escrupulosamente la estricta legislación impuesta a los furanchos. Abre solo 3 meses al año, así que llama antes de ir.
Su carta cumple también las normas; Once tapas aprobadas por la Xunta de Galicia: Huevos, zorza con patatas, tortilla y richada son los habituales. Un buen licor café después de la comida es de obligado cumplimiento y el café es de pota, como debe ser.
El trato de la familia Miniño es otra buena razón para elegir este lugar.
A Santa sede
Chapela
Luis Videira, propietario del furancho, fue una de las personas que participaron activamente en la definición —y redefinición— legal de este tipo de establecimientos.
En un primer momento lo ubicó en la propia bodega en la que elaboraba el vino, en Hío. Pero una vez que desde la bodega comenzó a comercializar también vino embotellado, ya no era compatible, por lo que lo trasladó a su propia casa, en Chapela. Allí habilitó una terraza, ahora acristalada, con unas espectaculares vistas de la ría. El resto, responde a lo habitual en los furanchos: mesas y bancos corridos, mantel de hule y jarras de cerámica.
Luis Videira se manifiesta extraordinariamente escrupuloso con la esencia de estos locales. En su furancho no hay refrescos, ni cerveza ni licores. Alguna agua por si va un niño, y para de contar.
En su caso, elabora tanto blanco como tinto. El blanco es albariño. El tinto, una creación propia a partir de uvas mencía, sousón y caíño.
En cuanto a las tapas, el furancho de Videira ofrece cinco, como impone la normativa: empanada, oreja con chorizo, raxo, tortilla y callos. Para Luis lo más bonito del furancho es ver cómo personas que no se conocen de nada cuando entran, acaban compartiendo juntas jarras de vino. A Santa Sede abre de miércoles a sábado a partir de las siete de la tarde.
Lar de Moar, espectacular, tanto el lugar, los dueños como la comida. Es único, os lo recomiendo
Buenas. Que furancho está abierto a 3 diciembre 2022
Lar de Moar, el sitio expectacular, el trato igual de expectacular pero para mal, con reserva, un sábado cualquiera ,se quedaron sin cerveza y sin postres. Ni disculpas ni nada, fatal.
Muiño Daniel do Ferreiro,Lores…o mellor, espectacular,racions Moi boas y calidade un lugar Moi agradable y atención fantástica.