Inaugurado en 1992, el Museo Tiflológico es un espacio cultural promovido por la ONCE para que las personas ciegas o con dificultades visuales graves puedan visitar un museo de forma normalizada. Sus instalaciones, sin barreras arquitectónicas, están dispuestas de tal forma que los visitantes pueden ver y tocar las piezas expuestas.
El museo está dividido en tres salas: las dedicadas a las maquetas de monumentos arquitectónicos, las de exhibición de las obras plásticas de los artistas ciegos y las dedicadas al material tiflológico. Además, hay una colección de libros de música y educación especial, una sección dedicada a la historia de los cupones y una retrospectiva de objetos para facilitar la cultura.
Las características y peculiaridades de este museo hacen que su visita sea un plan muy recomendado para niños, a partir de 10 años. Las visitas didácticas se componen de una audio-guía que se puede adquirir en el propio centro, siendo necesario reservar plaza previa en el caso de las visitas en grupo.