En ‘Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas’, Luis Piedrahita busca paralelismos entre el alma humana y objetos varios.
Luis Piedrahita en el Cultural Caja de Burgos
Luis Piedrahita (La Coruña, 1977) apenas necesita presentación, baste decir que es humorista, escritor, director de cine e ilusionista y capaz de arrancar carcajadas con sus reflexiones locas, inteligentes e ingeniosas que surgen de la cotidianeidad.
En este espectáculo, ‘Las amígdalas de mis amígdalas son mis amígdalas’, Luis Piedrahita reflexiona acerca de las
esponjas de baño, las polillas, los ascensores, los hoteles… y encuentra un paralelismo inevitable entre estos objetos y el alma humana. Con un texto inteligente, que reivindica la imaginación y el humor más cercano a la poesía, construye un mundo en el que todas las miserias siguen existiendo pero lejos de generar sufrimiento y escozor, desatan las carcajadas más liberadoras.
Piedrahita nos enseña que la vida es como un hotel: un sitio en el que vas a estar poco tiempo y tienes que llevarte todo lo que puedas. Su humor, reconocible y cotidiano, nos enseña a desactivar la envidia, el egoísmo y la desconfianza con la mejor medicina: la risa.