Shock (El cóndor y el puma)
Alguien me dijo que Lima se sacaba con Shockla espina de Capitalismo, hazles reír, y me parece una metáfora acertada. Una descripción suficientemente sucinta de ambos espectáculos permitiría colocarlos en el mismo género: una vanguardia de amontonamiento. En este caso, de amontonamiento de autores (Boronat, Lima, Cavestany y Mayorga, con Naomí Klein al fondo); de amontonamiento de recursos (giratorio perpetuo, extensas proyecciones, elenco multicaracterizado); de amontonamiento de referencias (Milton Friedman, Elvis, Pinochet y la inefable Lucía Hiriart, Thatcher, Jorgelito Vergara, Videla and friends, Kempes y el gol, Jorgelito Vergara o Scilingo); de amontonamiento de géneros (teatro documento, videocreación, grabaciones históricas, comedia, farsa, drama, melodrama, performance).
Con esas enumeraciones podría uno echarse a temblar, porque la apuesta de casarlo todo era formidable. Y, sin embargo, las casi tres horas pasan volando, a base de momentos fuertes. Me quedo con la final del Mundial de fútbol del 78 y los discursos de Videla, y con la descacharrante reproducción de la visita de una Thatcher en declive a un matrimonio Pinochet ya más allá de todo declive. Lo trágico y lo grotesco se entretejen sin casi dar respiro al espectador.
Fecha de publicación: 10/05/2019