¿Quién es el Sr. Schmitt?
Vemos traducidos textos en los que, por más vueltas que dé uno, el interés es nulo. Piezas que pudieron tener éxito en origen, pero que representadas en castellano resultan planas y ramplonas. Se invoca a menudo la distancia cultural, olvidando que el teatro es un arte complejo y que los motivos del éxito están a menudo más relacionados con elementos de la puesta en escena o de la oportunidad que con el texto. Lluvia constante, La cocina o Lehman Trilogy son buena prueba de la agudeza de Peris-Mencheta al seleccionar los títulos que merecen importación, y ¿Quién es el Sr. Schmitt? añade otro acierto. Se trata de una pieza inteligentísima que solicita la atención del espectador de forma continuada y que avanza con continuos quiebros que alteran una y otra vez las reglas de género que uno daba por establecidas.
La impecable versión castellana se sirve en una escenografía de Wilmer que parece la traslación tridimensional de un realismo en el que las grietas de verosimilitud se adivinan. Peris-Mencheta ha dirigido con modestia, escogiendo en cada curva la opción más natural y sin añadir complejidades que restarían. El volantazo final suscitará diversidad de opiniones, pero a mí me pareció un sopapo oportunamente inesperado y brusco. Javier Gutiérrez compone un personaje bastante más articulado que el de otros papeles que le valieron el aplauso general.
Fecha de publicación: 31/10/2019