Los hijos
David Serrano se ha especializado en la importación de textos foráneos, con raro acierto: tengo en la memoria La Venus de las pieles, Lluvia constante, Buena gente, y Los universos paralelos. No hay un solo patinazo, impecable factura dramática y hondo análisis de las razones que mueven a los seres humanos en todos los casos. Si algo distingue a esta trayectoria es que uno se siente retratado en cualquiera de los títulos mencionados, por lejos que estén los personajes de su ubicación personal. Igual sucede con Los hijos, otra pieza de factura tradicional enmarcada en el subgénero de la visita inesperada. Como todo buen teatro, trata sobre muchas cosas, pero bajo el tema superficial (la catástrofe en una central nuclear) late el título: los padres, los hijos y la muerte. Digamos de paso que es difícil encontrar un buen texto en el que la muerte no asome la pata por algún lugar (ahí está Man-Up en la cartelera, con su toque de frivolidad pero con la parca escondida tras la curva más inesperada).
La otra habilidad de Serrano es siempre la selección de actores. Joaquín Climent, Susi Sánchez y Adriana Ozores sirven una exquisita lección de interpretación. Si uno ve a la Ozores recordando que lo último que hizo fue La cantante calva la admiración se redobla. No cabe mayor apoteosis de versatilidad. Que la condecoren. Hay que ir a ver esto como quien va a una fiesta.
Fecha de publicación: 20/12/2019