Sus intervenciones parten de lo concreto para poco a poco ampliar su campo de acción hasta establecer interconexiones con puntos externos, sin relación, pero que terminan por tenerla. La exposición echa mano del dibujo originado por el desgaste al que la ciudad es sometida.
El artista ha insertado 2 farolas cuyo tamaño sobrepasa el ancho del espacio y las ha forzado a atascarse para que permanezcan en él. Un gesto mínimo que introduce el elemento noctámbulo en el interior del edificio, generando un imborrable registro, testigo de la acción violenta y del paso forzado.
Lugar: Museo de Arte Contemporáneo de Vigo, MARCO
Rua Príncipe 54, Vigo