El primer beso nunca es igual a los demás. Sobre todo si te has criado en un reformatorio. Sobre todo si la posibilidad de ese primer beso asoma en plena adolescencia. Sobre todo si a mitad de curso llega una moza de Cáceres. Rubia. Sobre todo si te pierden los sandwiches de salami con queso. Sobre todo si eres mediterráneo. El primer beso es el primer beso. Y si te lo cuenta Félix Albo, te despiporras de la risa.