Para despedir la temporada de ópera antes del verano siempre regresamos al anfiteatro romano de Taormina, un escenario espectacular con vistas al Etna.
El veterano Festival de verano en la localidad siciliana suele apostar por títulos que no solo atraigan al público, sino que resulten aptos para representarse al aire libre. En este sentido, Carmen es una garantía: la adaptación de la novela de Prosper Mérimée sobre la cigarrera gitana que vuelve loco al militar conservador Don José contiene grandes coros (el del preámbulo a la corrida de toros), danzas contagiosas (la Seguidilla) y más melodías populares que ninguna otra ópera jamás escrita.
¿Quién no podría tararear la Habanera o Toréador? Sorprende que en su estreno en 1874 la obra maestra de Georges Bizet fracasara con estrépito. El pobre Bizet nunca conoció la gloria, ya que murió pocos meses después. Diez años más tarde era ya la ópera más popular del mundo -como pronosticó Chaikovski- gracias a su sentido del ritmo, al aroma andaluz de la orquesta y las melodías (y eso que el autor ni siquiera había pisado España), a su equilibrio entre ligereza y tragedia y, por encima de todo, al carisma y la sensualidad de una heroína fogosa, provocadora y leal a sus principios hasta la muerte.
Lugar:
Cines Van Gogh Calle San Claudio 5 (León)