La CNTC, con Helena Pimenta al frente, pone en escena uno de los mejores dramas de Lope de Vega, El castigo sin venganza, en versión de Álvaro Tato. Para la directora este texto, desolador, hermoso y magistral, nos ofrece un espejo trágico de la condición humana. "Es sin duda la obra maestra de la senectud del autor, reflejo de su desencanto por la sociedad y el dolor de sus circunstancias personales y familiares pero, a la vez, audaz superación de un arte destilado y preciso ante la irrupción de los poetas y dramaturgos jóvenes que se van adueñando de la primacía escénica, este canto del cisne lopesco mantiene hoy la implacable vigencia del arte de la tragedia: un lúcido viaje a las sombras de nosotros mismos", afirma Pimenta.