Ningú és un zombi es una comedia dramática a ritmo de musical que, con una estética que recuerda al cine de Tim Burton, pretende ser un alegato contra la intolerancia y el bullying, así como una invitación a vivir la vida con alegría. ¿Qué pasaría si los zombis (los diferentes) fueran los buenos y los humanos (los normales) fueran los malos? Espectáculo en catalán que invita a reflexionar a los más jóvenes sobre la sociedad en la que viven.