La delicadeza, la elegancia y la virtuosidad son tres de las señas de identidad del Russian Classical Grand Ballet. En un repertorio tan importante como el suyo no podía faltar una de las joyas de la corona de cualquier compañía del género: El Lago de los Cisnes. Considerada una de las cumbres del ballet clásico, es una historia en cuatro actos que sigue las desventuras de la reina Odette, víctima de un hechizo que la convierte en cisne y que sólo se romperá cuando un hombre la ame para el resto de la eternidad. Los impedimentos del brujo Von Rothbart para que esto ocurra, aportan el tono dramático.