`A voz en cuello´en el Teatro Carrión

En 1912, el transatlántico más grande, más lujoso y más famoso de todos los tiempos se disponía a zarpar desde Inglaterra rumbo a Nueva York. La feliz travesía era el camino a la libertad para cientos de personas de tercera clase, mientras que, los de primera, se disponían a brindar con champán. La compañía White Star no escatimó en gastos, y por eso contrató a una de las orquestas de baile más prestigiosas del momento, la de Wallace Hartley, para acompañar con los temas más divertidos de la música clásica el té, los almuerzos, la cena y el baile.

Desde «Alexander’s Band Ragtime» al Vals del «Danubio Azul», el swing, el blues, el vals y el cancan fueron protagonistas, como otro día cualquiera, de la festiva jornada del 14 de abril de 1912 en el Titanic. La célebre orquesta ya se había recogido en sus habitaciones cuando, a las 23:40 h el barco colisionó con un iceberg. El director y sus compañeros fueron llamados a cubierta para amenizar los últimos momentos. El resto, es historia.

Este concierto, realizado con la colaboración de la Titanic Historical Society, reúne las partituras originales que interpretó la orquesta del Titanic en su último día de existencia. Una ocasión única para disfrutar de las mejores melodías y tomar conciencia de la importancia de la música en momentos dramáticos.