El Lago de los cisnes está considerado como uno de los mejores espectáculos de ballet clásico, lleno de romance y belleza, y que exige una gran destreza por parte de sus intérpretes. El Russian Classical Ballet, integrado por bailarines procedentes de la inagotable cantera rusa que se han formado en escuelas de Moscú, San Petersburgo o Novosibirsk, es el encargado de llevar a escena esta cándida historia de amor, cargada de encantamientos, monstruos malignos y transformaciones prodigiosas. El ballet comienza con el Príncipe Siegfried saliendo de caza con sus amigos, para celebrar su cumpleaños. De pronto, en el bosque, encontrará unos bellos cisnes y cuando se dispone a matarlos, uno de ellos le dice que en realidad es la princesa Odette, transformada en cisne por un sortilegio del mago Rothbart y que sólo podrá romperse este maleficio cuando aparezca el amor verdadero.