La Compañía Nacional de Danza de José Carlos Martínez revisa la versión coreográfica de Don Quijote, basándose en el ballet original de Marius Petipa y en posteriores puestas en escena como la de Alexander Gorski. Así, descubrimos una coreografía que bebe del universo mágico de la novela más importante de la historia para enfatizar su carácter poético y dotarla de elementos puramente cervantinos. Según palabras el propio Martínez "Me ha parecido importante mantener la construcción coreográfica del ballet, pero he querido darle un matiz más poético al personaje de Don Quijote y a su búsqueda del amor perfecto encarnado por Dulcinea. A su vez, era necesario quitarle ese toque ‘español para turistas’ y acercarse lo más posible a la esencia de nuestra danza".