Don Quijote, la clásica historia de Miguel de Cervantes Saavedra, fue versionada para la danza en el siglo XIX por Marius Petipa, convirtiéndose con los años en uno de los grandes legados del ballet tradicional europeo. La coreografía, que fue estrenada por primera vez en el Teatro Bolshoi de Moscú en 1869, requiere un rigor técnico que sólo puede ser ejecutado por los mejores solistas y compañías. El montaje que nos ocupa en esta ocasión corre a cargo del Ballet de Moscú, un habitual de nuestros escenarios que, fundado en 1989, está considerado uno de los mejores a nivel mundial y uno de los más bellos y delicados.