A estas alturas difícilmente hay que decirle a alguien quien es Paul McCartney. Aunque en los últimos años ha acaparado más páginas en la prensa del corazón que en la especializada en música, lo que está claro es que en todo el mundo suena todos los días, al menos una vez, una canción compuesta por este músico ya sea en solitario o cuando era parte fundamental de The Beatles. Después de Memory Almost Full, Electric Arguments, que fue presentado previamente para los usuarios de MySpace, y los directos Good Evening New York City y Live in Los Angeles, McCartney nos trajo, Kisses On The Bottom, al que siguió New. En sus conciertos, ofrece tres horas con grandes éxitos de los últimos 50 años de música, docenas de canciones de la carrera de Paul en solitario, Wings, y, por supuesto, del repertorio de los Beatles que han formado la banda sonora de nuestras vidas.
A estas alturas difícilmente hay que decirle a alguien quien es Paul McCartney. Aunque en los últimos años ha acaparado más páginas en la prensa del corazón que en la especializada en música, lo que está claro es que en todo el mundo suena todos los días, al menos una vez, una canción compuesta por este músico ya sea en solitario o cuando era parte fundamental de The Beatles. Después de Memory Almost Full, Electric Arguments, que fue presentado previamente para los usuarios de MySpace, y los directos Good Evening New York City y Live in Los Angeles, McCartney nos trajo, Kisses On The Bottom, al que siguió New. En sus conciertos, ofrece tres horas con grandes éxitos de los últimos 50 años de música, docenas de canciones de la carrera de Paul en solitario, Wings, y, por supuesto, del repertorio de los Beatles que han formado la banda sonora de nuestras vidas.
