El Hijo del Rubio es un restaurante que nace de una tradición familiar, donde se mima a cada cliente para que se sienta como en su casa. Este establecimiento comienza su andadura hacía 1980, cuando Inocencio junto a su mujer Fina comienzan a dar comidas en la antigua Casa del Mar. Poco a poco se fueron incorporando los hijos, bien echando una mano aquí y allá, y después, incluso trabajando en el negocio familiar codo con codo. En 2006, Antonio Hernández, el hijo mayor de El Rubio, que es como se llama coloquialmente a Inocencio, inaugura su propio restaurante junto a su mujer Julia. Éste establecimiento recibe el nombre de El Hijo del Rubio, y en él, se intenta dar continuidad a la tradición familiar iniciada en 1980, recogiendo la experiencia de los años, en el trato hacia los clientes, y la herencia de los fogones, que ahora recae sobre Julia. Todo el que visite este restaurante, podrá disfrutar de la gran calidad en pescados y mariscos, por la que son conocidos en toda la ribera del Mar Menor, pero sobre todo, por su especialidad en calderos, una comida típica del Mar Menor que se elabora como antaño, cuando lo pescadores salían a faenar estaban varios días en la Mar sin poder llevar a bordo más que arroz, ñoras y el pescado que sacaban de la red. Sin duda, El Hijo del Rubio es un restaurante con solera, donde se unen tradición y vanguardia. Y, por su ubicación, en pleno Puerto Deportivo de Lo Pagán, junto a las orillas del Mar Menor, Restaurante El Hijo del Rubio se convierte en un punto de referencia para todos los amantes de la buena mesa.