Si vemos la imagen nos puede dar la risa o ganas de llorar, pero eso sí, nos recuerda al Ecce Homo de Borja a todos. En aquel caso, vimos en 2021 como Cecilia Gímenez había «restaurado» el Ecce Homo de su pueblo con la mejor de las intenciones y se sentía profundamente apenada por el resultado. En este caso, viendo cómo ha quedado La Inmaculada de Murillo, no sabemos si ha sido mala suerte o un intento de imitar aquella obra que vió el mundo entero.
Un Inmaculada de Murillo parece la imitación de la restauración del Ecce Homo de Borja
Esto es lo que pasa cuando se interviene en el patrimonio artístico sin cuidado. Y el gran problema de ello es que los cambios son irreversibles. En este caso, una coleccionista de Valencia había encargado por 1.200 euro la restauración de algunas de sus piezas a un restaurador. Entre ellas, la copia de una de las Inmaculadas de Murillo. La coleccionista al ver el resultado, pidió al restaurador explicaciones, pero al intentar solucionarlo, la obra fue a peor.
El propietario ha contado que se ha puesto en contacto con un especialista con el que espera recuperar la obra, aunque es algo muy complicado. Desde la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España (ACRE), cuentan que estas cosas suceden más de lo que nosotros creemos. Son el resultado de poner en manos de personas sin formación el patrimonio artístico que requiere grandes cuidados.
Según las normativas vigentes, la profesión de conservador restaurador no está regulada. Crear una legislación que regule estas actuaciones es uno de los objetivos de ACRE, que lucha por la conservación de calidad del patrimonio. Hasta entonces, estas ‘remodelaciones’ de grandes obras no están penadas, y los coleccionistas o propietarios no tienen seguridad a la hora de contratar a un ‘especialista’.