La vida es una broma es una tragicomedia escrita y dirigida por la dramaturga zaragozana Nerea Barrios a raíz de la devastadora experiencia de la muerte de su mejor amiga. La obra la protagonizan Isabel Bernal, Sara Ralla y Elisa Drabben, que dan vida a unas compañeras de piso obligadas a afrontar la dura enfermedad de una de ellas. El montaje ayuda a reflexionar sobre lo relativos que son los problemas cotidianos y lo necesario de disfrutar de lo bueno de la vida.