Danzas del vicio, del horror y del éxtasis en el teatro Echegaray

Los espectáculos de Anita Berber fueron la esencia de la Alemania de los años 20. Su público le exigía cada vez más y ella bailaba desnuda para él. Sus coreografías eran una excusa para explotar la profundidad de sus impulsos violentos y autodestructivos, convertidos en ceremonias paganas de placer. En 1928, mientras realizaba una gira por Oriente Medio, contrae tuberculosis y muere. Tenía sólo 29 años pero aparentaba muchos más. «Mi nombre es Anita Berber y soy bailarina. Tengo necesidad de vivir y de experimentar, y mi cuerpo es mi herramienta y mi laboratorio.»