“Precalentar al público a 180 grados. En un universo burlesco y poético, mezclar carcajadas
y acrobacias con la ayuda de los esquís. Poner al fuego y añadir las cintas aéreas y el mástil chino,
con un pellizco de equilibrios. Incorporar el pulpo en rodajas, salpimentar con música y remover
vivamente hasta que los recuerdos emerjan. Cocinar durante 45 minutos y después comer sin moderación.
Déjense llevar por estas magdalenas atrevidas, enérgicas y musicales. Cada bocado es un himno al placer y al descubrimiento”.
Acrobacias sobre esquís, ejercicios aéreos, teatro de clown, equilibrios, teatro de objetos
y música en directo son los ingredientes de este espectáculo dinámico y lleno de alegría
que conjuga el humor surrealista con códigos artísticos que recuerdan al cabaret, el burlesque y el circo tradicional.