La exposición ‘Miradas fragmentadas’ de Álvaro Moral en la sala del Teatro Principal del 29 de julio al 29 de agosto.
Álvaro Moral: ‘Miradas fragmentadas’
La visión romántica que desde el siglo XVIII puso en valor lo pretérito, unido a la capacidad evocadora que tienen los estratos temporales pasados, hacen de los centros históricos el germen de investigaciones científicas que trasciendan el mero estudio académico.
La complejidad de la ciudad actual puede entenderse desde las diversas acepciones que la han ido conformando en el pasado y lo seguirán haciendo en el futuro. Entre las primeras, destaca la idea del patrimonio, tanto urbano como arquitectónico o arqueológico. Sin embargo, la extensión del concepto de patrimonio a la ciudad, y su entendimiento como un conjunto de valores, modos y sistemas que merece la pena conservarse y valorarse, es desconocido en la España del siglo XIX, más preocupada por una incierta “modernización” que no termina de materializarse hasta el último cuarto del siglo XX. Para ese momento, muchas de nuestras ciudades habían perdido ya una gran parte de su original configuración arquitectónica y urbana.
Resulta difícil imaginar ahora cuantos elementos próximos de aquellos que incluso compartían cimientos con la seo burgalesa. la rodeaban. Estas construcciones, evitaban su íntegra contemplación volumétrica, pero provocaban sin embargo una suerte de sesgadas perspectivas, adornadas de ricos detalles arquitectónicos directamente relacionados con el tejido urbano circundante. La verticalidad de estas incompletas visiones aumentaba la sensación de esbeltez y el contraste de las modestas construcciones que la rodeaban magnificaban el sentido divino de tamaña construcción.
Esos fragmentos es lo que esta exposición pretende recuperar para, como si de un viaje en el tiempo se tratase, acabar de comprender la intrincada relación del edificio con la ciudad de hace ochocientos años. Eliminando lo superfluo, unificando bajo un mismo velo blanco las construcciones que aún se mantienen en pie y los numerosos edificios de los que los antiguos burgaleses decidieron paulatinamente prescindir en busca de una visión más directa y unitaria, desciframos los diálogos que la fábrica gótica mantenía con la ciudad antigua.
Horarios de la exposición
Martes a sábados de 11:00 a 14:00 h y de 17:00 a 21:00 h.
Domingos de 11:00 a 14:00 h.
Domingos tarde, lunes, festivos y 10 de agosto, cerrado