En Residencia habitual, Kira Diez y Manuel Moranta reflexionan, a través de pinturas, dibujos y esculturas, sobre la casa como realidad física y psicológica, en todo aquello que nos mueve a demorarnos en un espacio y querer convertirlo en nuestra residencia habitual.
A partir de una imagen simbólica muy fuerte – una de las cabezas pensantes de Manuel Moranta y una de las casas mediterráneas de Kira Diez, que encajan entre sí – han creado una exposición que se articula en forma de recorrido capicúa, pudiéndose comprender en ambos sentidos de la sala. Las piezas de uno y otro se intercalan con un hilo argumental.