El apellido Bellogín ha dado nombre a dos importantes farmacias de Valladolid ya desaparecidas.
Una estuvo en la Plazuela Vieja, desde 1817, y otra en La Rinconada, entre 1840 y 1966. A ellas fueron
a parar gran número de recipientes de farmacia procedentes de antiguas boticas conventuales que han sido donados
por la familia Bellogín al Museo de Valladolid. Esta donación y otros enseres relacionados con aquellas
farmacias dan forma a esta exposición.
DESDE EL 25 DE SEPTIEMBRE A 1 DE NOVIEMBRE