¡Pretendemos llenar la ciudad de color!
Desde el espacio cultural Andén 47 y en colaboración con el Área de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid apoyamos el arte urbano
y a los artistas para que puedan desarrollar sus trabajos, y posicionar a Valladolid como referente de arte urbano en la península,
mejorando el atractivo turístico de la ciudad.
Este es un proyecto de revitalización urbana que pretende llenar la ciudad de color mediante el embellecimiento de muros,
medianeras de edificios y espacios residuales de Valladolid.
Catálogo de Obras
La trayectoria de este artista vallisoletano afincado en Galicia transcurre a través de la idea de la experimentación a partir de la búsqueda
de una composición mediante el fragmento que articula la obra, a medio camino entre la ilustración y el diseño, como si un de un De Kooning
moderno se tratase, configura formas biomórficas a través de diferentes técnicas.
A su vez, su obra más reciente sugiere una retrospectiva al mundo antiguo con referencias a la anatomía y proporciones clásicas, es en este punto
en el que se encuentra la pieza del Centro Cívico Bailarín Vicente Escudero, »el mural es un relato mitológico contemporáneo en el que intervienen
elementos simbólicos interpretables por cualquier persona que quiera observar». En él percibimos una constelación de elementos tales como una silla,
una máscara clásica, un arco, etc. que se deben entender como un todo cuyas partes dialogan entre sí en una sintonía perfecta con el muro y sus inmediaciones.
Esta obra está dedicada a su madre.
enlace en nuestras aplicación https://youtu.be/iNX7POy81eM
Manomatic en Calle Mantería
`Khanya, Portadora de la luz, el fuego (Identity), 2020´. Manomatic
Valladolid puede enorgullecerse de tener en ella una pieza perteneciente a la colección denominada ‘’Identity’’, una serie de retratos
que hacen especial alusión a aquellos que migran, concretamente ‘’a aquellos que llegaron en tiempos remotos al suroeste de la
península Ibérica, cuna del artista’’. Como si de una búsqueda de sus raíces se tratase, el artista reflexiona de una manera
antropológica sobre sus orígenes onubenses, partiendo de la diversidad cultural y el arte que dichas culturas han traído consigo,
consiguiendo una comunión perfecta entre el arte pasado y el arte actual mediante la utilización de técnicas pictóricas tales como
el aerosol o el spray, típicas del graffiti y de los inicios plásticos de Manomatic.
Concretamente, Khanya es la mujer que impera y guarda la calle Mantería como si de una gran diosa indígena se tratase,
su nombre ‘’signica luz en africano, la cuidadora del fuego, mantenedora de las ascuas que servirán para la supervivencia
de los hombres y mujeres pertenecientes a las áreas comprendidas en el suroeste peninsular durante la época prehistórica del calcolítico’’.
Desde luego algo que caracteriza la obra de Manomatic es la pura explosión y el trato agresivo del color, como si de un fauvista
contemporáneo se tratase, el artista nos seduce con dichos colores brillantes, nos reclama su atención desde el minuto cero;
en este caso, la disposición del color también tiene relación con esas guerreras y sus pinturas faciales que las hacen tan atractivas.
Esta mujer africana inmigrante afincada en Huelva residirá en Valladolid para rememorar los antepasados del artista
y la realidad de su propia identidad, si bien y cada vez que un ciudadano vallisoletano levante su mirada y vea su rostro,
sentirá en su interior el resurgir del fuego de las grandes amazonas.
Borondo en Calle Simón Aranda
Esta obra presenta la dicotomía entre lo natural y lo humano, lo artificial. Casi como una división neoplatónica entre lo divino y lo mundano,
Gonzalo divide la escena con una vía de tren, objeto que añade para resaltar su raíz vallisoletana: su abuelo y su vinculación con la Renfe.
A su vez el único ser producto de la naturaleza que reside en la parte material o humana está muerto o en proceso de consumición,
un caballo calavérico que de una manera muy sutil evidencia la consecuencia humana sobre lo natural.
Por otra parte, la gran destreza de Borondo a la hora de enfrentarse ante un muro es más que exquisita simulando las aguadas de la acuarela,
técnica que nos ha sacado más de una sonrisa ante los comentarios de los transeúntes ya que varios convecinos aseguraban que se trataba
de una pintura descubierta tras el enyesado de la medianera.
`Salida de emergencia´, 2019. Dos Jotas
El proyecto `Salida de emergencia’ materializa el día a día de muchos de los usuarios del espacio en el que se ha desarrollado,
tal y como señala el artista `indaga en las diferentes evasiones y salidas que existen en la sociedad ’ usando el deporte como esta llave hacia la catarsis.
Todos tenemos en mente la más que conocida cartela de emergencia que indica la salida de un establecimiento, es por ello que
Dos Jotas reinventa aspectos cotidianos, aparentemente desapercibidos en un primer vistazo debido a su cotidianidad y los convierte en feroces
ironías repletas de un nuevo significado: `el deporte como un lugar de evasión, de motivación o como vía de escape a las situaciones
adversas y los problemas de cada día’.
Lo más interesante de esta pieza podría ser la descontextualización del concepto de cartela al ampliar su escala.
Mural colaborativo Túnel Labradores-Delicias.
Espacio Matrioska y Escuela de Arte de Valladolid, 2020.
El proyecto que aquí se plantea resulta ser uno de los más interesantes y frescos que la ciudad podría acoger, una creación
plástica mediante la acción de varias personas que persiguen una composición en común.
Este cadáver exquisito te transporta a un mundo onírico fruto de la propia arquitectura, una bóveda continua con un suelo
desnivelado que te impide ver la salida, lo que produce una sensación de sumergimiento absoluto en las formas
y los colores que nos proyecta esta composición.
Una pieza abstracta que no tardará en revelarse con formas e historias conforme pasas una y otra vez por este pasaje tan transcurrido
en la ciudad; por otra parte choca esta explosión de color frente a la simbología de segregación que siempre ha tenido este túnel,
el paso a un barrio obrero, industrial, en definitiva color gris máquina y cobrizo ladrillo,
pero cuyas gentes en su día a día tiñen el barrio de dichos colores.