El notario supone la adaptación teatral de la novela homónima de Nikos Vassiliades. Erasmia, una mujer que ya ha cumplido la cincuentena, repasa todas las batallas que ha tenido que librar desde que enviudó muy joven y tuvo que sacar adelante a su hija. La negativa a volverse a casar y su empeño por mantener el kiosco donde trabaja generaron multitud de comentarios en el pueblo griego en el que siempre ha vivido. Además, por si esto fuera poco, su hija se casó y se fue a vivir con su marido a la propia casa de su madre. Un relato originariamente en tercera persona que ahora se convierte en monólogo con la dirección e interpretación de Pilar Massa. La figura de esta viuda sirve para, a base de ironía, denunciar la hipocresía de la sociedad helena de la época.