Desde principios de los 70, Judas Priest ha acuñado los sonidos de guitarra más intensos y característicos del heavy, creando escuela para muchos grupos que se inscriben en el movimiento New Wave of British Heavy Metal. La evolución de estos músicos ha sido visible, siempre manteniendo la calidad a la que tienen acostumbrados a sus seguidores, que tras Meltdown, esperaron ansiosos su trabajo Demolition y después Revolution.
Luego llegaría Angel of Retribution, en él volvían a contar con la voz de Rob Halford, que regresaba al grupo tras algunos años de ausencia y Nostradamus un doble CD. Tras A Touch of Evil: Live, un disco en directo con la formación de gala: Rob Halford (voz), Glenn Tipton y KK Downing (guitarras), Ian Hill (bajo) y Scott Travis (batería), y la edición limitada de lujo, que incluía un DVD en directo, de su álbum British Steel. La banda inglesa volvió seis años después con Redeemer of Souls y su último trabajo se titula Firepower. Con 50 años de carrera han hecho de su acero británico una institución en el mundo. Con casi cincuenta millones de discos vendidos en todo el mundo y recientemente nominados para entrar en el Rock and Roll Hall of Fame el próximo año, Judas Priest son historia viva y uno de los grandes.