A pesar de su juventud, Irene Escolar ya tiene a sus espaldas una brillante carrera teatral. Esta magnífica actriz quedó impresionada hace tres años al leer la obra Blackbird, de David Harrower, y decidió comprar los derechos para interpretarla en castellano (la versión en catalán la ha dirigido Lluis Pasqual en el Teatre Lliure). Tras mucho batallar, por fin consigue estrenar este proyecto, puesto en escena por Carlota Ferrer. En este drama contemporáneo narrado a modo de thriller, el autor escocés retuerce con provocación y valentía los límites del amor en un inesperado reencuentro entre dos personas que ponen en peligro sus vidas actuales. El conflicto se traslada al patio de butacas, y el espectador, convertido en juez, a través de los diálogos, ira recomponiendo un puzle al que le faltan piezas.