Stanley Kubrick, Federico Fellini, Steven Spielberg, Ingmar Bergman y Martin Scorsese son importantes figuras de la historia del cine e incluso alguien podría decir con razón que también son los mejores. Hoy hablaremos, sin embargo, de otro destacado cineasta estadounidense, Francis Ford Coppola, cuya trayectoria profesional lo avala como un auténtico revolucionario del arte de hacer películas.
Francis Ford Coppola, el mejor director de cine de la historia
Hijo de un flautista y compositor y una actriz de padres italianos, Francis Ford Coppola lleva en la sangre eso de ser artista. De niño pasó varias temporadas en cama por motivos de salud, lo que le permitió dejar volar la imaginación y empezó a interesarse por el teatro. Esta curiosidad desembocó en una pasión por los filmes caseros y, más adelante, en su decisión de estudiar cine en la universidad.
Siendo solo un estudiante, el padre de Sofia Coppola ya recibió algún que otro reconocimiento por sus guiones, pero habría que esperar hasta el año 1973 para que ganara su primer Óscar al mejor guión adaptado por El Padrino, película por la cual también estaba nominado como mejor director. Por esta trilogía criminal, su gran obra, el cineasta se llevó tres estatuillas más en 1975.
La Academia del Cine estadounidense, además, eligió las películas de Coppola entre las mejores del año en hasta tres ocasiones más. La a veces ignorada American Graffiti, The Conversation y Apocalypse Now optaron al Óscar a la mejor película en 1974, 1975 y 1980 respectivamente y, aunque no consiguieron llevárselo a casa, su influencia en la historia del séptimo arte es incuestionable.
Las dos últimas cintas mencionadas también triunfaron en el Festival de Cannes, seguramente el más prestigioso a nivel internacional. Ambas películas consiguieron hacerse con la deseada Palma de Oro más otro premio de un jurado secundario. No recibió demasiada atención en las galas de entrega de premios, en cambio, la exitosa Drácula de Bram Stoker, pese a ser una de sus más reconocidas.
Coppola lleva unos años con un ritmo de trabajo no tan intenso como en su juventud. Entre los años ochenta y noventa, dirigió más de diez largometrajes, mientras que solo ha producido menos de la mitad desde el año 2000. Eso no significa que Coppola esté apartado de este mundo y haya dejado ya de darle vueltas a la cabeza sobre cómo puede revolucionar de nuevo la industria.
Lo demuestra su último proyecto, Distant Vision, que pretende innovar en una nueva técnica de hacer cine: grabar una película mientras los espectadores ven el resultado final en directo. La carrera de Coppola, pues, no parece que vaya a termina pronto. Con 79 años, el director de cine todavía tiene ganas de seguir demostrando por qué es para muchos el mejor.
Si, porque John Ford fue un minundi director de tercera división.