La Pizarra es una de las propuestas gastronómicas más interesantes de la actualidad. Situado en el corazón de Bilbao (Ajuriaguerra, 16), de lunes a viernes ofrece menús del día (con cuatro primeros, dos segundos y tres postres a elegir) que se caracterizan por una misma premisa: la calidad de los productos de temporada y el uso de la brasa en algunos de sus platos, lo que permite degustar toda su esencia y sabor. De esta manera surgen platos como el sabroso bonito a la brasa, la sopa fría de melón o la ensaladilla de moluscos. Suena espectacular, ¿no?
También cuentan con dos menús degustación (a 35 y 40 euros), con tres entrantes para el picoteo que tanto nos apetece, dos medios segundos –con medio plato de carne y medio de pescado demostrando que elegir no implica quedarse sin disfrutar-, postre y un aperitivo de la casa. Unas características que lo convierten en una de las grandes opciones calidad-precio para comer o cenar el ‘Botxo’. Asimismo, el sabor de los alimentos y belleza de su emplatado no son casualidad. Sus cocineros están formados en lugares con estrellas Michelin, y el buen hacer se advierte, nada más entrar, en cada cuidado rincón del local.
Porque La Pizarra también es esto: formación, variedad, calidad. Ser artesanos de la cocina que valoran la importancia del producto de siempre, de su origen, de la cocina de Euskadi, de ese Bilbao con olor a carbón, pero también a ilusión y al mimo de sus raíces. Una restauración que abraza lo propio y descubre las posibilidades de la vanguardia culinaria, haciendo de La Pizarra toda una experiencia gastronómica.
Un must por el que dejarse caer.