Marta González de Vega escribe e interpreta este curioso monólogo de humor que, en contra de lo que se pueda creer, no va dirigido a las mujeres, de hecho la intención es que los hombres disfruten de él y aprendan los secretos de la mente femenina. "Un concienzudo estudio del mundo de las relaciones, basado en el conocido método del ensayo-hostión. Un auténtico manual de superación del patetismo amoroso a través de la risa. Y por lo tanto… ¡Un espectáculo para todos los sexos! Porque en el amor todos somos igual de patéticos y la única forma de disfrutar de él, es aplicar esta máxima: el que ríe el último… ha perdido un tiempo precioso".