Volvió una noche, la comedia de Eduardo Rovner, llega los próximos 22 y 23 de marzo al Teatro Romea. Una obra que trata sobre amor, humor e ingenio, y es, sin duda, una de las mejores de su autor y de la dramaturgia contemporánea escrita en español. Aunque plantee temas tan serios como la desmitificación de la muerte, el determinismo, la influencia del pasado en el presente o el conflicto entre tradición y modernidad, lo hace siempre desde el humor, la paradoja y una profunda teatralidad plena de aciertos. En algún sentido se inscribe en la línea del teatro del más allá, pero con toques de renovación que recuerdan al mejor jardiel Poncela y el más sagaz Noël Coward.
El murciano Carlos Santos vuelve a la tierra que lo vio nacer para presentarnos Volvió una noche, donde comparte cartel con artistas como Beatriz Carvajal, Daniel Ortiz, Berta Hernández y Pedro Segura.
La versión de la compañía Bonjour mon amour elimina ciertas referencias propias de la cultura argentina, extendiéndose a un espacio dramático más abierto, más cosmopolita si se quiere, en el que sus temas principales aparecen en toda su rotundidad. Para ello cuenta con una escenografía (Francisco Leal) llena de imaginación, iluminada de manera que los planos reales se confundan con los irreales (Jesús Palazón) y una puesta en escena (César Oliva) tan sincera como eficaz.