Siguiendo la lógica del trabajo de Cabello/Carceller, la exposición está concebida como una infiltración, contaminando la institución con un tipo de discursos que normalmente permanecen ocultos. Los diferentes espacios expositivos superponen diversos momentos de su trayectoria para restaurar la complejidad temporal más allá de la idea de un progreso lineal: las obras se refieren unas a otras en un sentido cronopolítico, donde las piezas más antiguas puedan entenderse como comentarios o referencias para la construcción del sentido de las más recientes.
Hasta el 25 de septiembre