Los impresionantes murales que el artista Juan Vallejo (Burgos, 1949) realizó en la abadía cisterciense de San Pedro de Cardeña entre 1971 y 1972 y restauró en 2013 están en el origen de la propuesta que se presenta en el CAB.
Las viejas espirales retocadas en las paredes del monasterio alumbraron otras nuevas en una traslación de enorme fuerza plástica: monjes vortiformes que liberan sus almas atrapadas sobre la escalera de Cardeña en los nuevos y cetrinos lienzos dispuestos en el CAB; tormentosas creaciones que refieren sin tapujos deseos ocultos, que gritan reclamos de vida cierta, insatisfechas ante la penuria y la parquedad.
El desarrollo completo del proyecto de Juan Vallejo se articula en torno a una serie de obras que de alguna
manera abundan en este imaginario místico. La pintura titulada Espiral vínculo convive dialécticamente con
la gran proyección del film realizado para esta muestra en el monasterio de Cardeña. A ellas se suman las esculturas de la serie Organum, la instalación Trillo-espiral y la pintura La cena del Ausente. Apocalipsis, un óleo de gran formato realizado en 2002 que será intervenido por el artista a la conclusión de la muestra.
Pero sin duda una de las piezas más significativas de la exposición es el trabajo consagrado por el artista al Réquiem, de gran intesidad expresiva y poética, construido con pasión sobre las hojas de un libro descomunal. Su sola presencia física atrapa y atemoriza por igual.
Hasta el 24 de septiembre