‘Volkgeist’ constituye una crítica a los ideales románticos que configuran la creación de los estados-nación. Paco Algaba anula el tópico y conforma a través del equívoco la abolición de la propiedad del espacio. El proyecto está
formado por diez proyecciones en vertical que ocupan una superficie de veinte metros.
Paco Algaba en el CAB
El concepto romántico Volksgeist, que atribuye a cada nación unos rasgos comunes e inmutables a lo largo del tiempo, tuvo en el paisaje uno de sus soportes imprescindibles. El artista Paco Algaba (Madrid, 1968), afincado en
Zaragoza, indaga en el origen del paisaje y en las claves de su representación para situarlo en un marco protohistórico. Para ello presenta lugares emblemáticos, inaprensibles por su cualidad natural, ajenos a
su patrimonialización pese a su señalada facultad iconográfica de países referentes en la construcción de la idea nación como Alemania, China, España, Francia, Italia, Inglaterra EE.UU. o Rusia.
La exposición de Algaba es precisamente un ejercicio deliberado de crítica contra la apropiación del paisaje como “emblema y como conformador patriótico”, señala el propio artista. El trabajo que ha realizado Paco Algaba para el CAB presenta el espacio sin función política, “desnacionalizado”, y lo acota solo para cerciorar su infinitud y para revelar la imposibilidad de su comprensión como absoluto.
La videocreación realizada por Algaba atenta contra la identificación del espacio y la nación y contra su determinación por el Romanticismo al erigir el paisaje en la máxima expresión plástica. Por el contrario, el trabajo del artista propone una representación del espacio como tabula rasa, una nación arrasada sin referencias épicas, antes demográfica que geográfica.
Así, el Volksgeist de Algaba recorre el mundo iconográfico del paisaje en busca de espacios que se expresen en su instantánea pureza y que no estén marcados por ninguno de los signos con que pudieran ser identificados para su patrimonialización.
El proyecto se conforma con diez proyecciones en vertical que ocupan una superficie de veinte metros. Una
extensión y un volumen visual difícilmente abarcables con una mirada no intuitiva para reflexionar sobre lo
inaprensible como cualidad propia del espacio, y sobre el conflicto que conlleva su representación.
Del 5 de octubre al 27 de enero