Fernando Renes encuentra en la cerámica un medio para multiplicar el efecto provocador de su obra. ‘Chocobalto’
es un mural envolvente de enorme fuerza plástica formado por miles de azulejos. El artista ha querido que el público sea parte activa del proceso en una de sus fases germinales.
Exposición de Fernando Renes en el CAB
La pintura mordaz e irónica que ha caracterizado el trabajo de Fernando Renes (Covarrubias, 1970) ha encontrado en la cerámica, en los últimos años, una nueva vía de locución. Con la cerámica Renes ha experimentado tanto con
la manipulación de objetos fácilmente reconocibles y cotidianos como sobre el material en sí, un soporte válido para multiplicar el efecto provocador y bizarrro que acompaña su obra.
En el CAB Renes presenta la más radical de las propuestas realizadas por el artista hasta el momento. Un zócalo completo situado hasta la imaginaria línea que delimita tradicionalmente la altura de los ojos. Un horizonte vacío bajo el cual se instala un interminable mosaico que circunda por completo el perímetro de la sala. Dibujados casi en exclusiva con dos pigmentos (el óxido de cobalto y óxidos tierras) a los que alude de manera lúdica el título de Chocobalto, los miles de azulejos que ha trazado, cocido e instalado crean una envoltura brillante, un alicatado de aspecto solvente, en la que Renes invierte la función tradicional de este recubrimiento y lo transmuta en un mural de enorme fuerza plástica. El artista ha querido también que el público fuera parte activa del proceso en una de sus fases germinales, desarrollada en el propio centro y cuyo resultado se incorporará a la obra final.
‘Chocobalto’ se inunda con las ilustraciones, rasgos y motivos que han hecho del trabajo de Renes uno de los más reconocidos de nuestra comunidad por su cercanía a la cultura popular de masas. Las referencias transgresoras a la
iconografía infantil, a la memoria colectiva asentada sobre imágenes poco o nada elevadas, cuando no despreocupadamente aculturales, se ven sobrepasadas por un elocuente aparato crítico, muchas veces meramente
textual. Con la palabra, con frases certeras y calculadas, subvierte la aparente inocencia de la imagen y pone a prueba la propia destreza del espectador para desentrañar el contenido de una obra que, además, no está exenta en ocasiones de grandes dosis de humor.
Del 8 de febrero al 26 de mayo