Según declaró el propio Salvador Dalí, la explosión atómica del 6 de agosto de 1945 le estremeció de tal forma que, desde entonces, el átomo se convirtió en uno de sus temas preferidos. Así comenzó su etapa conocida como ‘mística nueclear’. La exposición Dalí atómico se sumerge en la concepción y realización de la pintura ‘Leda atómica’, considerada, junto con otras obras, un punto de inflexión en la trayectoria de Dalí.