Hay un viejo mito que dice que el ser humano sólo aprovecha el 10% del cerebro. Es una afirmación que, según los expertos, carece de base científica y de la que se han valido algunas doctrinas que no vienen al caso mencionar. Sirva este dato simplemente para trazar un paralelismo con el turismo en Córdoba, un sector que crece año tras año y que arroja números históricos, de récord.
El comportamiento del turismo en nuestra ciudad está a años luz de lo que puede llegar a ser. De hecho, en mi humilde y modesta opinión y en la de otros muchos compañeros de profesión, estoy convencido de que el margen de mejora es extraordinario. ¿Estamos al 10% de su aprovechamiento? Pues no lo sé a ciencia cierta, pero lo que sí sé de buena tinta es que pretendemos un turismo de 365 días y no sólo estacional o de fines de semana o puentes.
En estos días de mayo me percato de que el visitante se marcha impactado tras descubrir que Córdoba le ha entrado por todos los sentidos. Se sienten enamorados y prometen volver –y doy fe de que muchos de ellos lo cumplen-. Atrapa por la vista gracias a su calidad monumental. Mezquita-Catedral, Caballerizas, Alcázar de los Reyes Cristianos, Medina Azahara, iglesias fernandinas… Podría pasarme horas enumerando todo lo que hay por ver en esta ciudad. A todo ello hay que sumarle el magnífico legado histórico de sus municipios. Buen ejemplo es el caso de Priego de Córdoba, que aparece en muchos listados como uno de los pueblos más bonitos de España. Pero esta ciudad –y provincia- también sabe y huele bien. Es el resultado del buen hacer de sus empresarios, que, con su lucha diaria, le regalan a la ciudad un atractivo sin parangón en el mundo. Nuestro turismo es imparable, no hay duda.
Alberto Rosales
Coordinador de Córdoba APTC