En su dimensión más existencial, reducida a su óptima pureza y a la vez vital como en el momento del suceso, las obras celebran la elegancia y la severidad del encuentro entre el toro y el torero, transformándolo en un ballet, una danza ritual, en un dinámico choque de fuerzas enfrentadas.
Los trazos a pincel negro y con acuarela de Edith Hultzsch muestran una gran maestría en el dibujo, que realza lo esencial del instante en un acto de creación artística espontáneo durante las corridas presenciadas.
Las fotografías de Monika Schulz-Fieguth, igualmente espontáneas, forman en esta compañía una perfecta correspondencia temática y estética, que captan la nobleza y la belleza del combate con la muerte, del desafío entre el hombre y el animal.
Ambas artistas nos ofrecen una obra de gran franqueza en su mayoría sin posterior elaboración y nos transmiten lo vivido se podría decir «en directo» al papel. Dominan la equilibrada distribución de las figuras, del colorido y de las líneas en un espacio neutral y consiguen una sensación tanto de armonía como de agitación, creando así una vital tensión.
Unos pocos trazos, unos objetos difuminados bastan para mostrarnos por ejemplo poses de gran control y elegancia corporal del torero o la fuerza del arrasador volumen compacto del toro.
El diálogo enfatiza la individual capacidad de inmortalizar el movimiento en imágenes, que congelan una irrepetible estética, sin deshacer la dinámica del acto, que sigue palpable para el espectador.
Es uno de los retos más antiguos y difíciles de la historia del arte.
Horarios:
Martes a sábados de 11:00 a 14:00 h y de 17:00 a 21:00 h.
Domingos de 11:00 a 14:00 h.
Domingos tarde, lunes y festivos, cerrado.
Lugar: Monasterio San Juan
Plaza San Juan s/n