Con un origen turco, la palabra Balcanes proviene de dos palabras que significan ʻmielʼ y ʻsangreʼ. El nombre apareció durante la dominación otomana, cuando los recién llegados encontraron en aquellas tierras grandes riquezas pero, también, una feroz voluntad de resistencia. Este momento histórico, la dominación del Imperio otomano, es solo uno de los muchos fragmentos de historia que comparten los pueblos balcánicos, entre ellos, un mismo sustrato indoeuropeo, la influencia de la civilización helenística, la romanización, la llegada del cristianismo y el asentamiento de la población eslava. Jordi Savall y Hespèrion XXI, acompañados por músicos griegos, búlgaros, turcos, húngaros, armenios y rumanos, entre otros, exploran en la nueva propuesta que presentan en el Grec los puntos comunes de los pueblos balcánicos, las músicas con las que estos diferentes pueblos celebran una misma fiesta y una misma vida o con las que expresan la pena, el dolor y la añoranza. Este concierto es el mapa multicultural de una zona de Europa que comparte las mismas pasiones y que las expresa con el lenguaje común de la música.
Lugar: Teatre Grec
Passeig de Santa Madrona, 36, 08038, Barcelona
