Fernando, expresidente de gobierno en la reciente Transición, aparece muerto en un piso de Orense. La investigación llevada a cabo por Asuntos Internos de Madrid se cierra con premura como “muerte accidental”. Posteriormente un sindicalista amigo de Fernando muere intoxicado en lo que consideran un suicidio. Es el inicio de una serie de extrañas muertes en el entorno del político. Su viuda, Teresa, contrata a Bea, abogada de Coruña, para que le vaya informando de cómo va la investigación oficial mientras Jose, inspector de policía de Orense, no se cree las versiones oficiales e investiga por su cuenta encontrándose con lo que parece ser una trama de corrupción y blanqueo.
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