Pasados dos años de pandemia, hay muchas cosas que hemos aprendido del coronavirus. Por ejemplo, la lista de palabras que hemos incorporado a nuestro vocabulario es amplia. ¿Quién iba a sospechar en 2019 que hoy hablaríamos de mascarillas, PCR, antígenos, anticuerpos, olas…? Lamentablemente, nos hemos acostumbrado a hablar de epidemiología y virus, y también de restricciones y confinamientos.
Afortunadamente, también sabemos mucho más: sabemos que las vacunas desarrolladas con increíble celeridad están evitando la muerte y pasar la enfermedad grave a muchas personas. Sabemos que el virus se transmite por el aire, y que las mascarillas y la distancia son esenciales para evitar la transmisión. Y sabemos que podemos adoptar determinadas medidas para mantener una vida lo más parecida a la normalidad con seguridad. En esto se incluye la limpieza, que se ha revelado como un factor clave para que el ocio siga en pie.
El impacto de la pandemia en la Cultura y el ocio
La Cultura, incluyendo conciertos, teatros o cines, así como el ocio nocturno (fundamentalmente las discotecas y bares) y la restauración estuvieron entre los sectores más afectados, especialmente en las primeras olas. Los gobiernos adoptaron duras restricciones en estos sectores, que tuvieron que cerrar obligatoriamente durante varios meses. En este tiempo, sus ingresos pasaron a cero.
A veces se ponía el foco en los artistas, pero es mucho más: técnicos de sonido e iluminación, personal de taquillas, técnicos de vestuario, camareros, cocineros, repartidores de hielo… El sector de la Cultura y el ocio da trabajo a una gran cantidad de personas, de muchas profesiones. Y son muchos más los que dependen de él de forma indirecta.
Las herramientas contra los microorganismos en bares y restaurantes
En realidad, siempre hemos tenido herramientas para minimizar los contagios en bares, restaurantes o recintos de conciertos. Consistía en extremar la limpieza y aplicar distancia y mascarilla. En este sentido, los productos de limpieza industrial de Shalbaida.com ofrecen la garantía de su aplicación en los contextos más difíciles.
Así, los productos de limpieza industrial son productos químicos que se han elaborado esencialmente para llevar a cabo la limpieza y desinfección de distintas clases de fábricas y superficies. Son lugares en los que la desinfección y esterilización es conditio sine qua non de funcionamiento: si no existieran este tipo de productos, padeceríamos continuamente las consecuencias de los ataques de microbios y gérmenes perjudiciales que existen en el ambiente.
El desinfectante, el gel de manos, el lavavajillas, el detergente, el desinfectante, el limpia suelos (más productos aquí) se han revelado como nuestros mejores aliados contra un virus que no podemos ver, pero que desgraciadamente se ha dejado sentir en nuestras vidas.
La estrecha relación entre la limpieza y los microorganismos
Y es que la relación de los virus y otros microorganismos con la limpieza es de sobras conocida: no se soportan.
En el suelo, sobre la encimera de la cocina, en el polvo que se acumula sobre la televisión… Estamos rodeados de polvo y suciedad, restos orgánicos e inorgánicos que no solo son desagradables a la vista, sino que pueden suponer una amenaza a nuestra seguridad. En la suciedad habitante miles de patógenos que pueden provocarnos diversas enfermedades. Podemos clasificar la suciedad de la siguiente forma:
Materia inorgánica, derivada generalmente de los restos del agua. Es el caso del material calcáreo.
Materia orgánica, como restos de alimentos y grasas.
Materia viva, que son los microorganismos. Entre los microorganismos podemos encontrar:
- Las bacterias, que son seres unicelulares que viven en medios en los que predomina la humedad y origen de frecuentes enfermedades. Descomponen los medios orgánicos y provocan su fermentación o putrefacción. Su gran amenaza es que se reproducen muy rápidamente, de modo que una sola bacteria puede llegar a convertirse en 24 horas en una colonia de millones de bacterias.
- Los virus: son organismos de composición muy simple, todavía más pequeños que las bacterias y que solo pueden ser vistos al microscopio. Los virus necesitan parasitar a otras células para sobrevivir, y algunos tienen un gran peligro que los hace difíciles de erradicar: pueden permanecer largo tiempo inactivos hasta que encuentran una célula adecuada para su desarrollo.
- Los hongos: esta categoría la forman mohos y levaduras. Actúan también como parásitos de la materia orgánica muerta, pero suelen atacar con mayor frecuencia a los vegetales.
Tanto la materia orgánica como en la inorgánica pueden alojar materia viva, que supongan una amenaza para nuestra salud y bienestar. La limpieza nos permite prevenir la proliferación de microorganismos. Pero, a veces, no basta sólo con limpiar: es necesaria la desinfección o sanitización, lo que supone la eliminación de los microorganismos mediante la aplicación de productos químicos.
La desinfección permite eliminar el 99,9% de los microorganismos en un periodo no superior a los diez minutos, mientras que sanitizar es destruir un 99% de los microorganismos en un periodo de tiempo que no supera los treinta segundos, si bien no se eliminan virus ni hongos.
Los productos de limpieza industrial permiten desinfectar todo tipo de superficies, y son clave para reducir el impacto del Covid 19 en la Cultura y el ocio.
